Parroquia "San Miguel Arcangel"


El año 1954 marca no solo el ingreso de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús en Venezuela sino que es, 15 de Septiembre fecha exacta, la aceptación de la una futura parroquia en la urbanización en el Cementerio que sería segregada de la otrora actual parroquia “La Milagrosa” en la zona llamada Prado de María. El 17, dos días después, se aprueba formalmente la instalación. El día 31 de Mayo de 1955 se ocupa una casa alquilada en 600 bolívares mensuales ubicada en la avenida los Cármenes, N. 7 del Cementerio. En ese casa – el hall de entrada – fue el lugar autorizado por el obispo, para hacer las primeras celebraciones. Sin sillas, solo una pobre mesa para altar, los ornamentos y los utensilios para la liturgia es lo único que se tenía. Se insiste desde el primer momento la necesidad de fondos para construir el templo parroquial. El 5 de Diciembre el nuevo obispo, Mons. Arias Blanco, le expresa al P. Manuel Mira que el patrono titular de la parroquia sería “San Miguel Arcángel”.

El 8 de Agosto de 1956 se empiezan las obras para la construcción de una capilla provisional. Se recibieron muchos donativos en moneda y materiales de construcción: cabillas, cemento, arena, tejado, etc. A la vez se empiezan las gestiones para la compra de 2000 metros cuadrados de los terrenos contiguos a la casa que meses atrás se habían comprado.
El 22 de Noviembre de 1956 Mons. Arias envía el nombramiento de párroco al P. Manuel Mira e igualmente envía los nombramientos de vicarios para los PP. Jesús Vicente y Francisco Sanz. De igual forma, en su presencia, reciben el 7 de Noviembre de 1956 el decreto de erección canónica de la parroquia cuyo nombre sería “San Miguel Arcángel”. Ocupa los terrenos más marginados de la antigua parroquia de “La Milagrosa”. Es un conglomerado de barrios míseros y abandonados de la capital, pero a la postre, una mezcla de inmigrantes marginados, venezolanos, españoles, portugueses, libaneses, sirios, ecuatorianos, peruanos, argentinos, hasta chinos.
Debido a la situación jurídica de los padres SCJ, se decidió crear una Asociación llamada “Asociación del Sagrado Corazón de Jesús”, cívico-religiosa, para regir las propiedades de los terrenos, casas e iglesia en nombre de la Congregación y comunidad ante el Estado Venezolano; esto daría mucha ayuda para las gestiones y tramitaciones de permiso ante los diversos organismos.
En el año 1965, después de unos años de estancia en Venezuela, pero ahora con un lugar donde celebrar las navidades, los padres españoles SCJ reseñan las mismas así (cfr. Historia de la provincia española de los SCJ, pág. 257): “En esta nación celebran la navidad con júbilo desbordante. Infinidad de conjuntos musicales de tipo popular brota por doquier. Cada año salen “al aire” aguinaldos nuevos con las letras más peregrinas. Estas composiciones son de dos tipos: aguinaldos religiosos y de parranda. Los primeros se cantan en la iglesia, especialmente durante los nueve días que preceden a la Navidad…los de parrandas son los cantados por grupos de músicos callejeros que van de casa en casa…usan maracas, cuatros, carracas, furrucos…con tal potencia de ruido que neutralizaría, sin mucho esfuerzo, una explosión atómica habida en veintitrés metros…y, así fueron los días del ciclo navideño…”

Año 1966. 2 de Octubre. Se tuvo la colocación de la primera piedra del nuevo y definitivo templo. Se proyectaba en 900 metros de los dos mil que se compraron años atrás. Se reseña de la siguiente forma ese día (cfr. Pág 259): Los planos y diseño se deben a la Arq. Josefina Vargas…al proyecto no le faltaba detalle: dispensarios, farmacia, salón de actos, dos pisos para un colegio, y otros dos para residencia de la comunidad…el coste se calculaba en 900.000 bolívares…diez años de larga espera…se empieza la obra pagando a la constructora Bs. 480.000…
Son interesantes los detalles que se dan del nuevo templo (cfr. 261): “…Se había iniciado el coro voladizo y terminada la torre de 17 metros de altura con seis plantas superpuestas unidas por una sólida escalera interior. El pórtico tendría una superficie de 65 metros cuadrados; el atrio con 126 metros cuadrados y el templo propiamente dicho para el culto de unos 432 metros cuadrados en los que podrán estar cómodamente unas 550 personas, a las que hay que añadir otras 200 que puede acoger el coro con sus 120 metros cuadrados. Una capacidad global para 750 personas…”
Por dificultades económicas, en noviembre de 1968 se paralizan las obras pero se reanudan felizmente a principios del año 1971 con un respaldo de dinero de préstamo de las casas de España.
El día 12 de diciembre de 1971 se bendijo solemnemente el nuevo templo de manos del Cardenal Arzobispo de la ciudad de Caracas, José Humberto, cardenal Quintero. Desde ese día se ha hecho un trabajo pastoral inmenso e intenso en manos de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús. Después de los padres Manuel Mira, Daniel Eyaralar, Francisco Sanz, José María Ortigosa han pasado otros sacerdotes SCJ no menos importantes: el P. Antonio González, el padre Juan Rodríguez, P. Antonio González (segunda vez), P. Adolfo Urbina, P. Hernán Rodríguez y P. Jose Carlos Briñón quien actualmente se desempeña como párroco en la misma.

Se celebraron en el año 2006 los cincuenta años de erección canónica y en el 2001, treinta años de la consagraron del templo al servicio de Dios y de los hombres. Hombres y mujeres han pasado por esta parroquia. Muchos de ellos han partido a la casa del Padre, al igual que unos cuantos padres sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús. La actividad pastoral no ha cesado de ganar hombres para Dios: bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, matrimonios, unciones, exequias, etc. Pocas vocaciones han surgido de la misma pero Dios suscita el llamado y la respuesta en los corazones que él quiere y querrá para sí. De hecho actualmente en la Congregación existe un hermano religioso laico Fr. Emidio Godoy; tres sacerdotes: PP. Hernán Rodríguez, Carlos Enrique Caamaño y Alexander Quintero; un joven religioso de votos temporales: José Manuel de Jesús Ferreira y un joven aspirante a nuestra vida dehoniana: Jackson.